Si analizaramos las decenas de miles de preguntas que realizan los entrevistadores en los procesos de selección de personas, probablemente, encontraríamos que una de las más comunes sería ¿cuáles son tus fortalezas y tus debilidades?
A lo largo de los años que llevo formando y orientado carreras profesionales, me lo preguntan invariablemente. Y tu también te lo estarás preguntando, ¿cómo es la mejor manera de responder a esta pregunta?
En primer lugar, debes conocerte bien a ti mismo. Antes de enfrentarte a una entrevista habrás tenido que hacer los deberes y haber reflexionado sobre qué cosas se te dan bien y, adicionalmente, te apasionan. Por otro lado, habrás debido analizar qué cosas no se te dan tan bien y qué tareas intentas evitar a toda costa.
En segundo lugar, habrás de preparar las respuestas de tal modo que resaltes tus puntos fuertes y minimizes las áreas a mejorar. Como consejo general, nunca deberías hablar de tus debilidades reales a menos que hayas hecho o estés haciendo algo para vencerlas, o bien, puedas demostrar mediante ejemplos y situaciones reales, descritas en primera persona del singular, cómo compensas esa debilidad con tus fortalezas.
A continuación, te invito a realizar esta simulación de una entrevista con objeto de que te sriva de entrenamiento.
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