El pasado 9 de Mayo impartí el taller “La aventura de hablar en público” en el IV Foro de Empleo Universitario organizado por la Universidad de La Laguna y la Fundación Empresa.
Los participantes eran estudiantes o graduados universitarios en búsqueda de empleo. Pude comprobar, una vez más, cómo el sistema educativo sigue descuidando aspectos tan importantes en la formación de los futuros profesionales como son las habilidades de comunicación y de expresión ante el público.
Afortunadamente, también y sin embargo, tuve la suerte de comprobar las formidables ganas de aprender, de desarrollarse, de crecer que tienen estos jóvenes universitarios en búsqueda de oportunidades laborales.
Juntos, repasamos las 10 claves para salir airosos de esa aventura que es enfrentarse a una audiencia y exponer con impacto.
Lo que escucha nuestra audiencia
La expresión vocal añade vitalidad y energía a tus ideas. Estos son algunos elementos de la parte auditiva de tus presentaciones:
1) La proyección: se refiere al volumen de tu mensaje. El máximo volumen se alcanza cuando tus pulmones expelen el aire con la máxima fuerza e intensidad. El volumen apropiado estará en función del tamaño de la sala y de la necesidad de variación. La variación en volumen indicará urgencia, exasperación o importancia.
2) El tono: en una conversación normal el tono varía de manera natural. Sin embargo, a la hora de presentar ante un grupo, a veces nuestra voz se vuelve monótona. La variedad de tonos añade interés y ayuda a enfatizar ideas importantes o señales de transición.
3) El ritmo: está determinado por la duración de los sonidos y por el número de pausas entre sonidos. Como las anteriores, el ritmo enfatiza la importancia de determinadas ideas. Deberás seleccionar un ritmo con el que te sientan cómodo.
4) Las pausas: Añaden más énfasis que cualquiera de las anteriores. Una pausa bien colocada antes o después de una idea importante, pone la atención donde tu quieres. Las pausas también te permiten tiempo para pensar o para observar a los asistentes.
5) La pronunciación: Es fundamental que los participantes te entiendan y aprendan más fácilmente. Por tanto, debemos articular de manera clara.
6) Los sonidos guturales: en ocasiones los usamos de manera involuntaria y pueden distraer a nuestra audiencia. Sin embargo, se pueden usar para mantener el control durante las discusiones, cuando alguien nos hace una pregunta, o simplemente para confirmar que estamos escuchando de manera activa a la otra persona.
Lo que ve nuestra audiencia
La otra mitad de nuestra presentación es lo que los participantes ven.
7) La posición corporal: es lo primero en lo que se fijan los asistentes. Una buena postura denota confianza en tu mensaje, así que tu audiencia querrá escuchar tus contenidos. Posiciónate centrado en la sala y no cambies el peso de un pie a otro. Moverte por entre la audiencia es bueno. Liberarás energía y ayudarás a crear un ambiente más cercano y natural. Evita dar la espalda al grupo.
8) Los gestos: expresan entusiasmo y ayudan a los participantes a seguir tus presentaciones. Ser natural es clave. Intenta hablar y gesticular pensando en los asistentes de la última fila. Esto realza tus gestos y tu proyección.
9) La expresión facial: debe ser congruente con tus palabras. De hecho tu cara puede expresar más que tus palabras. La expresión facial es señal de relajación. Úsala para enfatizar tus mensajes y para demostrar energía.
10) El contacto visual: es importante en todo tipo de conversaciones. Ayuda a crear compenetración y confianza. Evita mirar al techo. Un buen contacto visual significa que somos capaces de detectar si la persona nos está siguiendo y si está de acuerdo o no con nosotros.
¿Cómo te has sentido al tener que exponer ante el público? ¿Qué experiencias has tenido y qué has aprendido de ellas?
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