Practica, practica y practica. Ensaya toda la presentación en voz alta al menos 3 veces. Y los primeros cinco minutos al menos 10 veces. Es el momento en que solemos sentirnos más nerviosos y si lo aprendemos bien, nos sentiremos más seguros.
Ensaya en voz alta y ante el espejo o, aun mejor, grábate en vídeo, analízate (qué te ha gustado, qué cambiarías) y repite hasta que sientas que mejoras. Una cámara de vídeo o la cámara de tu ordenador o de tu teléfono móvil, se convertirán en el mejor coach de presentaciones.