La posición corporal es lo primero en lo que se fijan los participantes. Una buena postura denota confianza en tu mensaje, así que tus participantes querrán escuchar tus contenidos. Posiciónate centrado en la sala y no cambies el peso de un pie a otro. Moverte por entre los participantes es bueno. Liberarás energía y ayudarás a crear un ambiente más cercano y natural.
Evita dar la espalda al grupo. Aprende a hablar y andar de espaldas. Normalmente no debes sentarte, salvo que quieras cambiar el tono y volverlo más informal.